Oasis tropical
Un acercamiento al estilo de vida en el que prima la experiencia, el confort y la libertad. Co-creado por Juan Rojas –foodie, entrepreneur y PR–, cuyo carácter millennial lo ha llevado a estar en constante evolución, en busca de nuevas aventuras y sobretodo, a compartir todo el aprendizaje con guiños de moda. En sí, el espacio en el que el hombre joven encuentra todo lo que necesita saber.
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Oasis tropical

Siempre había considerado a Guanacaste como la zona del eterno verano en Costa Rica, y no es que no lo sea –porque realmente su color dorado seduce-, sin embargo hace unas semanas estuve en el Mangroove y descubrí otra cara de mi provincia favorita. Mientras en otros sectores de este paraíso vacacional reina un ambiente festivo entrelazado con un mood chill, en el Mangroove se torna realidad la utopía de relajarse y descansar, razón por la que le considero un oasis tropical.

Let it go! 🐠🌴 #morning #beachlife #mangroove #costarica

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Ubicado a tan solo unos minutos de Liberia, este hotel boutique destaca por estar rodeado de zonas verdes y poseer un manglar, mismo al que le debe su nombre. Sus instalaciones rompen lo convencional y cautivan con líneas pensadas para enamorarse, desde habitaciones con antesala -algunas con hamacas-, hasta una piscina deliciosa con vista al mar, perfecta para ser uno con el agua y entregarse a nadar. Sí, es imposible no querer nadar en ella… sin embargo y si sos más de los que aman tomar el sol, lo podés hacer en alguna de las camas que se encuentran a su alrededor, y de paso disfrutar de algún cocktail refrescante.


Y hablando de cocktails y gastronomía… Debo de destacar la atención y los platillos de sus dos restaurantes. Mientras Mokoko ofrece un menú amplio, donde es imposible decidir que cenar, los almuerzos en Matiss toman un aire informal y desenfadado -les juro que es perfecto para llegar después de salir del mar, con traje de baño y ese cabello único que envidiamos a los surfer, que solo el agua de sal puede dar-. Sin embargo, no cambio sus desayunos, donde el bufet sorprende con platillos únicos como tamales, burritos, pancakes y demás platillos que se alternan día con día; ello sin mencionar el delicioso pinto que preparan.

Pero definitivamente, y siguiendo con la misión de generar una experiencia única de relajación, mi espacio favorito del Magroove es el spa. Y es que no imaginan lo bello de sus camas al aire libre, separadas por cortinas de la naturaleza. Espacios donde un masaje es ambientado con el sonido de la lluvia que cae al alrededor, o el concierto de chicharras que juegan entre los árboles… Y cuando es mucho el descanso –aunque nunca es suficiente- también está la posibilidad de salir en uno de sus tours a la aventura, para ir a ver delfines o hacer snorkel.

En fin… Un hotel que lejos a los tradicionales se convierte en el perfecto para enamorar y enamorarse, vivir una experiencia multisensorial y caer en amor…